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En el segundo trimestre de 2020 empeora la percepción de la cartera de pedidos actual (-60,7) de las empresas exportadoras y también se deterioran sus expectativas de evolución de su cartera a tres y doce meses.
Este comportamiento ha dado lugar a una caída del Indicador Sintético de Actividad Exportadora (ISAE), que se sitúa en -37,1 puntos (4,1 en el trimestre anterior), dato ligeramente menos negativo que los mínimos alcanzados en 2009.
La recogida de esta encuesta se realizó del 18 de mayo de 2020 al 12 de junio de 2020. Por esta razón, los resultados obtenidos en este trimestre reflejan el impacto de la crisis sanitaria.
La secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, ha destacado que «se percibe el fuerte impacto de la crisis; ahora bien, una parte importante de las empresas espera que el impacto de la crisis sea temporal y confía en que su cartera de exportación haya mejorado en los próximos meses».
El ISAE es un indicador compuesto que resume la información proporcionada por las empresas entrevistadas sobre la evolución de su cartera de pedidos de exportación en el trimestre de referencia y las perspectivas a tres y doce meses. Este indicador puede oscilar entre -100 y +100. Los valores positivos indican una mejor percepción de la actividad exportadora y/o de las previsiones. El ISAE se compone, a su vez, de tres indicadores simples (balance de cartera de pedidos del trimestre actual, de perspectivas a tres meses y de perspectivas a doce meses) que se construyen por la diferencia entre el porcentaje de las empresas que prevén evoluciones al alza y las que lo hacen a la baja.
La caída del ISAE ha sido resultado, fundamentalmente, de un empeoramiento de la cartera de pedidos actual (disminuye 58 puntos situándose en -60,7 puntos). También caen las expectativas de exportación a tres y doce meses, pero lo hacen en menor medida, descendiendo 24 y 6 puntos respectivamente con respecto al trimestre anterior, situándose en -12,9% y 12,4%, respectivamente.
La estabilidad sigue siendo la percepción dominante de la evolución de precios y márgenes de exportación, aunque disminuyen en ocho y veintidós puntos respectivamente. En ambos casos, se observa un descenso respecto al trimestre anterior de la percepción de evolución al alza y un incremento de la percepción de evolución a la baja.
Los tres factores más citados por su influencia positiva sobre la actividad exportadora son el precio del petróleo (27,7%), el precio de las materias primas (21,0%) y la disponibilidad de los recursos humanos adecuados para la exportación (20,0%). La evolución de la demanda externa y la competencia internacional en precios han sido los dos factores más mencionados por su influencia negativa, con porcentajes del 64,7% y 57,7%, respectivamente. A continuación, se sitúan los precios de las materias primas (37,9%) y el tipo de cambio (24,3%).
En la evolución de los indicadores relativos al empleo o plantilla contratada en tareas de exportación, desciende en 32 puntos el indicador balance de la contratación en el trimestre (situándose en -32,1), en 12 puntos el indicador de previsiones de contratación a 3 meses (-13,8), en seis puntos las perspectivas a 12 meses (-2,6) y en 43 puntos el indicador del grado de dedicación de la plantilla a tareas de exportación (-37,9).
En relación con los destinos de exportación, el valor del indicador de balance de la cartera de pedidos en el trimestre presenta una evolución a la baja en todas las áreas consideradas. Las áreas con una percepción más negativa son Latinoamérica (-64,1), Zona no euro de la UE (-61,4) y Resto de Europa (-60,7). Las expectativas de cartera de pedidos a tres meses son desfavorables para todos los destinos, pero especialmente para Latinoamérica (-13,3%) y África (-9,8%). Son menos desfavorables para la zona euro (-0,9%).
Los principales destinos de exportación para los próximos doce meses son: Alemania (50,6%), Francia (50,4%), Portugal (32,1%), Italia (27,2%), Reino Unido (24,9%) y EEUU (22,8%).