En este artículo, analizamos las principales disposiciones del reglamento y sus implicaciones para el sector legal.
Objetivos del reglamento
El principal objetivo del Reglamento es doble: mejorar el funcionamiento del mercado interior y promover una inteligencia artificial fiable y centrada en el ser humano. Para lograr esto, el reglamento impone una serie de obligaciones diseñadas para garantizar un alto nivel de protección de la salud, la seguridad y los derechos fundamentales, incluyendo la democracia, el Estado de Derecho y la protección del medio ambiente.
Entrada en vigor y aplicación
El reglamento entrará en vigor 20 días después de su publicación, con una aplicación escalonada que se extiende hasta 2027:
- 2 de febrero de 2025: Aplicación de los capítulos I y II.
- 2 de agosto de 2025: Aplicación del capítulo III, sección 4, capítulo V, capítulo VII, capítulo XII y artículo 78.
- 2 de agosto de 2026: Aplicación general del reglamento.
- 2 de agosto de 2027: Aplicación de obligaciones específicas del artículo 6, apartado 1.
Al tratarse de un reglamento, es directamente aplicable en todos los Estados miembros sin necesidad de transposición a las legislaciones nacionales.
Definición de «sistema de IA»
El Reglamento define un “sistema de IA” como un sistema basado en una máquina diseñado para operar con distintos niveles de autonomía. Este sistema puede mostrar capacidad de adaptación tras el despliegue y, para objetivos explícitos o implícitos, inferir de la información de entrada la manera de generar resultados de salida, tales como predicciones, contenidos, recomendaciones o decisiones.
Impacto en el ámbito laboral
El Reglamento establece que no debe afectar a las disposiciones destinadas a mejorar las condiciones laborales en el trabajo en plataformas digitales, establecidas en una Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo. Además, refuerza la eficacia de los derechos laborales y vías de recurso mediante la imposición de requisitos específicos sobre transparencia, documentación técnica y conservación de registros de los sistemas de IA.
Las obligaciones para los operadores en la cadena de valor de la IA deben aplicarse sin perjuicio del Derecho nacional que, conforme al Derecho de la Unión, limite el uso de ciertos sistemas de IA por objetivos legítimos de interés público distintos a los del Reglamento. Esto incluye, por ejemplo, el derecho laboral nacional y la protección de menores.
Medidas en materia Laboral
El reglamento subraya que los sistemas de IA pueden perpetuar patrones históricos de discriminación y afectar los derechos fundamentales de los trabajadores. En consecuencia, se prohíbe la introducción en el mercado, puesta en servicio y uso de sistemas de IA destinados a detectar el estado emocional en el lugar de trabajo y en el ámbito educativo, salvo para usos estrictamente médicos o de seguridad.
Además, se consideran de alto riesgo los sistemas de IA relacionados con:
- Selección de personal: Sistemas utilizados para la contratación, análisis y filtrado de solicitudes, y evaluación de candidatos.
- Decisiones laborales y extinción de contratos: Sistemas para tomar decisiones que afecten condiciones laborales, promoción o rescisión de contratos, asignación de tareas y evaluación del rendimiento.
- Reconocimiento de emociones: Sistemas para detectar el estado emocional en contextos laborales y educativos.
Implicaciones para el sector legal
El nuevo reglamento presenta múltiples implicaciones para el sector legal. En primer lugar, los abogados deberán familiarizarse con las nuevas obligaciones y requisitos para asesorar adecuadamente a sus clientes. Además, el cumplimiento del reglamento requerirá la implementación de nuevas políticas y procedimientos internos en las organizaciones que utilicen sistemas de IA.
Las firmas de abogados también tendrán la oportunidad de ampliar sus servicios ofreciendo consultoría especializada en cumplimiento normativo de IA. La demanda de servicios de auditoría y verificación de conformidad con el reglamento probablemente aumentará, creando nuevas oportunidades de negocio.
El nuevo Reglamento de la UE sobre inteligencia artificial representa un paso crucial hacia una regulación más sólida y responsable de la IA. Para el sector legal, esto implica no solo un reto en términos de adaptación y cumplimiento, sino también una oportunidad para liderar en el asesoramiento y la implementación de prácticas seguras y conformes con la normativa. La protección de los derechos fundamentales y la promoción de una IA ética y segura serán los pilares sobre los que se construirá el futuro de la inteligencia artificial en Europa.
¿Qué opinas sobre este nuevo reglamento? ¡Déjanos tus comentarios y comparte tus ideas!
